jueves, 25 de septiembre de 2008

A pesar de la segunda


Otra genialidad de Galeano, esta vez, sobre la figura del entrenador:

"Él (el DT) cree que el futbol es una ciencia y la cancha un laboratorio, pero los dirigentes y la hinchada no sólo le exigen la genialidad de Einstein y la sutileza de Freud, sino también la capacidad milagrera de la Virgen de Lourdes y el aguante de Gandhi. "
Además de los jugadores, la hinchada, el árbitro y los asistentes, está -como no- una pieza determinante de este puzzle llamado fútbol: El técnico, el míster, el profe, el entrenador... Ese personaje que siempre está a un costado de la cancha, haciendo gestos, gritando al aire. Un protagonista secundario en las victorias, el único protagonista en las derrotas. El que lleva la responsabilidad de confeccionar, junto a sus colaboradores -cuyos nombres rara vez sabemos- un equipo. Equipo modesto o equipo fantástico. Esté donde esté, su papel es siempre cuestionado y pocas veces alabado. Yo todavía me pregunto ¿qué pasa por la cabeza de alguien cuando decide ser entrenador? Y si fue jugador, mi duda es aún mayor.

FC Barcelona contra Betis (3-2)

En el día de la Mercè, importante festividad barcelonesa, se celebraba el partido entre el Barcelona y el Betis. Con la mejoría asegurada del equipo culé y la escasa renta goleadora de los béticos en las también escasas tres jornadas de Liga que se habían jugado hasta el momento, se podía pensar que los azulgrana ganarían este encuentro casi sin despeinarse. Y en el primer tiempo del partido casi se confirmó este pronóstico. Con el control del balón y el fútbol de toque, los catalanes se fueron impusiendo a los sevillanos y ya al minuto 17 ganaban 1-0, tras un disparo tremendo de Samuel Eto'o. Luego de este gol no hubo respuesta de los visitantes y al 23 nuevamente Eto'o tras un "pase de la muerte" del "chupón" Messi, marcaba consiguiendo el 2-0 y su diana 100 vistiendo la camiseta azulgrana.
Entonces, sin mucho esfuerzo y sin encontrar resistencia, se fueron con la victoria a los vestuarios.
En la segunda parte, el Betis salió motivado y el Barça todo lo contrario. Pasaban los minutos y por la cabeza de todos los aficionados barcelonistas pasaba la película de miedo que se vivió en el Ruiz de Lopera el año pasado. Un partido casi ganado, se escapaba ante un equipo adormecido. Cayó entonces el 2-1 culpa de la endeble y acéfala defensa blaugrana. Los de Pep no reaccionaban, mientras los béticos seguían creciendo a medida que pasaban los minutos. Seguramente Chaparro los motivó en el entretiempo con su ya conocida terapia musical. Cosas de entrenadores. ¿Qué haría entonces Guardiola? Los aficionados criticaban el porqué Puyol estaba en el banquillo, el porqué de la alineación de Abidal y entre pregunta y pregunta y -un penalty favorable al Betis sin pitar- caía el segundo gol verdiblanco. El marcador reflejaba el 2-2.
Mientras los viejos fantasmas de la temporada pasada revoloteaban por el Camp Nou. El entrenador culé decidió hacer un doble cambio y entraron Busquets y Gudjohnsen por Keita y Touré. Pocos minutos después, el islandés recién ingresado lograba conectar una pelota, aún no sabemos si quiso centrar o disparar a la portería, el caso es que con algo de suerte el balón entraba y el Barcelona se ponía arriba otra vez. Grito furioso y liberador del inesperado Guddy para celebrarlo y empujón desmedido de Eto'o al míster. Gol de banquillo. Ganaba el Barcelona al Betis. Aunque aún hayan voces inconformes podemos decir que a pesar de la segunda parte, este equipo reacciona, hay mejoría.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!
He leído tus comentarios en el blog de Polo, y he pensado que tal vez te interesaría visitar mi blog. También está dedicado al Barça.
El tuyo me ha gustado, así que pienso seguirlo.
saludos
Sílvia
http://foroazulgranablaugrana.blogspot.com/

Rossie dijo...

Muchas gracias por tu comentario Silvia! Claro que pasaré por el tuyo! Saludos

Anónimo dijo...

Hola Rossie!
Gracias por pasarte!
Que tengamos mucha suerte en el derby de mañana, que la necesitaremos! Partido muy complicado.
Saludos
sílvia