sábado, 27 de septiembre de 2008

Polémico derbi

Estoy utilizando muchas citas de Galeano, pero es que la manera en que describe ciertos aspectos del juego están siendo muy pertinentes en los últimos partidos del Barcelona.
"El fanático es el hincha en el manicomio. La manía de negar la evidencia ha terminado por echar a pique a la razón y a cuanta cosa se le parezca, y a la deriva navegan los restos del naufragio en estas aguas hirvientes, siempre alborotadas por la furia sin tregua.
El fanático llega al estadio envuelto en la bandera del club, la cara pintada con los colores de la adorada camiseta, erizado de objetos estridentes y contundentes, y ya por el camino viene armando mucho ruido y mucho lío. Nunca viene solo. Metido en la barra brava, peligroso ciempiés, el humillado se hace humillante y da miedo el miedoso. La omnipotencia del domingo conjura la vida obediente del resto de la semana, la cama sin deseo, el empleo sin vocación o el ningún empleo: liberado por un día, el fanático tiene mucho que vengar.
En estado de epilepsia mira el partido, pero no lo ve. Lo suyo es la tribuna. Ahí está su campo de batalla.
La sola existencia del hincha del otro club constituye una provocación inadmisible. El Bien no es violento, pero el Mal lo obliga. El enemigo, siempre culpable, merece que le retuerzan el pescuezo. El fanático no puede distraerse, porque el enemigo acecha por todas partes. También está dentro del espectador callado, que en cualquier momento puede llegar a opinar que el rival está jugando correctamente, y entonces tendrá su merecido."

Espanyol contra FC Barcelona (1-2)

Barcelona y Espanyol comparten ciudad. Nada más. Cada partido que juegan se vive con expectación y tensión desde los días previos. Está claro que para los culés el verdadero derbi es el que protagoniza cada temporada junto con el Real Madrid, pero el que los enfrenta a los pericos no carece de importancia porque detrás de este encuentro hay una gran interrogante: ¿Quién es el dueño de la ciudad de Barcelona?
Ya en el terreno de juego del Olímpico de Montjuic, se volvió a ver el dominio azulgrana como en cada jornada. El Barça inundó al Espanyol. Iniesta y Messi hacían de las suyas. Pero tanto control se veía empañado por esa falta de gol que ya viene siendo costumbre para el equipo dirigido por Pep Guardiola. Todos esperaban que de un momento a otro cayera el tanto de los blaugrana, pero todos sus seguidores veían con estupor como era el Espanyol el que se adelantaba en el marcador. En un cobro de tiro libre a favor de los españolistas, Piqué despejaba mal y el criticado Víctor Valdés, que era sutilemente empujado por Luis García, dejaba la pelota otra vez en juego y Corominas aprovechaba para anotar. Era la primera jugada polémica, pues todos reclamaban la falta sobre el portero catalán. Y con el debate abierto sobre si era o no válido el gol, se vivía el segundo momento tenso del partido. Por doble amarilla el jugador blanquiazul, Nene, era expulsado por Medina Cantalejo. Muchos opinaban que eran discutibles las dos amonestaciones. El equipo de Tintín Márquez se quedaba con 10.
En la etapa complementaria volvía el Barcelona a poner toda la carne en el asador. Pep ponía hasta cuatro delanteros para conseguir el empate con Henry, Messi, Bojan y Eto'o. Sin embargo, el acierto de cara a la portería era nulo a pesar de la superioridad numérica. El balón pegaba en todos lados menos en las vallas defendidas por el siempre histriónico Kameni. Entonces se produjo la nota negativa del partido. Los conocidos seguidores más radicales del Barcelona, los Boixos Nois, lanzaban bengalas hacia una parte de la gradería donde estaban los aficionados del Espanyol. El árbitro decidió parar las acciones y durante algunos minutos se vivió la incertidumbre de si continuaba o no el derbi, ya que los seguidores locales intentaban acceder al cespéd para hacer frente a los revoltosos. Lamentable espectáculo. Al final se reanudó el partido una vez controlada la situación por las fuerzas de seguridad.
Contrario a lo que podía pensarse -el partido se había suspendido en un momento en que los barcelonistas atacaban sin piedad- éstos no se enfriaron y siguieron embistiendo a la zaga "perica". Llegaría entonces el empate tan anhelado, una jugada desafortunada entre Jarque y Kameni era aprovechada por Thierry Henry. Se acababa la pesadilla del dominio estéril. Pero los culés sólo querían a la victoria, sólo un segundo gol podría poner un poco de lógica en un partido plagado de desaciertos.
Y llegó. Tras una jugada de Messi, Eto'o encaraba a su compatriota y era "derribado" por Pareja. Medina Cantalejo volvía a ser el foco de las miradas de todos, pues a pesar del desacuerdo de su asistente, pitaba penal a favor del Barcelona. El encargado de transformarlo sería la "Pulga". Toque sutil que engañaba al meta camerunés. Gol y final de un derbi extremadamente caliente del que se hablará por varios días.

jueves, 25 de septiembre de 2008

A pesar de la segunda


Otra genialidad de Galeano, esta vez, sobre la figura del entrenador:

"Él (el DT) cree que el futbol es una ciencia y la cancha un laboratorio, pero los dirigentes y la hinchada no sólo le exigen la genialidad de Einstein y la sutileza de Freud, sino también la capacidad milagrera de la Virgen de Lourdes y el aguante de Gandhi. "
Además de los jugadores, la hinchada, el árbitro y los asistentes, está -como no- una pieza determinante de este puzzle llamado fútbol: El técnico, el míster, el profe, el entrenador... Ese personaje que siempre está a un costado de la cancha, haciendo gestos, gritando al aire. Un protagonista secundario en las victorias, el único protagonista en las derrotas. El que lleva la responsabilidad de confeccionar, junto a sus colaboradores -cuyos nombres rara vez sabemos- un equipo. Equipo modesto o equipo fantástico. Esté donde esté, su papel es siempre cuestionado y pocas veces alabado. Yo todavía me pregunto ¿qué pasa por la cabeza de alguien cuando decide ser entrenador? Y si fue jugador, mi duda es aún mayor.

FC Barcelona contra Betis (3-2)

En el día de la Mercè, importante festividad barcelonesa, se celebraba el partido entre el Barcelona y el Betis. Con la mejoría asegurada del equipo culé y la escasa renta goleadora de los béticos en las también escasas tres jornadas de Liga que se habían jugado hasta el momento, se podía pensar que los azulgrana ganarían este encuentro casi sin despeinarse. Y en el primer tiempo del partido casi se confirmó este pronóstico. Con el control del balón y el fútbol de toque, los catalanes se fueron impusiendo a los sevillanos y ya al minuto 17 ganaban 1-0, tras un disparo tremendo de Samuel Eto'o. Luego de este gol no hubo respuesta de los visitantes y al 23 nuevamente Eto'o tras un "pase de la muerte" del "chupón" Messi, marcaba consiguiendo el 2-0 y su diana 100 vistiendo la camiseta azulgrana.
Entonces, sin mucho esfuerzo y sin encontrar resistencia, se fueron con la victoria a los vestuarios.
En la segunda parte, el Betis salió motivado y el Barça todo lo contrario. Pasaban los minutos y por la cabeza de todos los aficionados barcelonistas pasaba la película de miedo que se vivió en el Ruiz de Lopera el año pasado. Un partido casi ganado, se escapaba ante un equipo adormecido. Cayó entonces el 2-1 culpa de la endeble y acéfala defensa blaugrana. Los de Pep no reaccionaban, mientras los béticos seguían creciendo a medida que pasaban los minutos. Seguramente Chaparro los motivó en el entretiempo con su ya conocida terapia musical. Cosas de entrenadores. ¿Qué haría entonces Guardiola? Los aficionados criticaban el porqué Puyol estaba en el banquillo, el porqué de la alineación de Abidal y entre pregunta y pregunta y -un penalty favorable al Betis sin pitar- caía el segundo gol verdiblanco. El marcador reflejaba el 2-2.
Mientras los viejos fantasmas de la temporada pasada revoloteaban por el Camp Nou. El entrenador culé decidió hacer un doble cambio y entraron Busquets y Gudjohnsen por Keita y Touré. Pocos minutos después, el islandés recién ingresado lograba conectar una pelota, aún no sabemos si quiso centrar o disparar a la portería, el caso es que con algo de suerte el balón entraba y el Barcelona se ponía arriba otra vez. Grito furioso y liberador del inesperado Guddy para celebrarlo y empujón desmedido de Eto'o al míster. Gol de banquillo. Ganaba el Barcelona al Betis. Aunque aún hayan voces inconformes podemos decir que a pesar de la segunda parte, este equipo reacciona, hay mejoría.

domingo, 21 de septiembre de 2008

El Barça juega con buena cabeza


La definición de gol del escritor uruguayo Eduardo Galeano:

"El gol es el orgasmo del fútbol. Como el
orgasmo, el gol es cada vez menos frecuente en la vida moderna.
Hace medio siglo, era raro que un partido terminara sin goles: 0 a 0, dos bocas abiertas, dos bostezos. Ahora, los once jugadores se pasan todo el partido colgados del travesaño, dedicados a evitar los goles y sin tiempo para hacerlos.
El entusiasmo que se desata cada vez que la bala blanca sacude la red puede parecer misterio o locura, pero hay que tener en cuenta que el milagro se da poco. El gol, aunque sea un golecito, resulta siempre gooooooooooooooooooooooool en la garganta de los relatores de radio, un do de pecho capaz de dejar a Caruso mudo para siempre, y la multitud delira y el estadio se olvida de que es de cemento y
se desprende de la tierra y se va al aire."


Hoy hubo varios milagros en el Molinón. Los culés pueden respirar tranquilos: Llegaron los goles.

Sporting de Gijón contra FC Barcelona (1-6)

Luego de la victoria en Champions, el Barça tenía la responsabilidad de demostrar que su mejoría no era una ilusión. Un espejismo. Le tocaba entonces visitar al Molinón, el estadio de los recién ascendidos del Sporting de Gijón y acallar las voces que hablan de crisis en una temporada que apenas comienza. Así que apenas el árbitro dio la orden de que empezara el partido, el otrora displicente Barcelona, puso todo su empeño en conseguir lo que tanto le cuesta fuera de casa: los goles y, a su vez, la victoria. Fue un comienzo espectacular por parte de los blaugrana que tuvieron como grandes protagonistas a Xavi Hernández y Andrés Iniesta. El de Fuentealbilla volvió por sus fueros, para dejar evidenciado que cuando está enchufado el equipo tiene otra cara. Sin embargo, los asturianos resistieron y alguna que otra vez también subieron al área barcelonista tratando de crear peligro. Querían imitar a sus similares numantinos. Pero los de Pep no se desconcentraban y seguían presionando. Así llegó el primer gol. Con una jugada nacida de los pies del ya mencionado Iniesta, Xavi conectaba de cabeza y batía al portero Sergio Sánchez. Sólo seis minutos más tarde, luego de un saque de esquina ejecutado por Xavi, el capitán Puyol tocaba de cabeza y Eto'o, en la propia raya de gol, también cabeceaba para lograr la segunda diana. No obstante, este resultado en lugar de dar tranquilidad a los catalanes, los hizo entrar en un peligroso estado de relajación que los Sportinguistas trataron de aprovechar pero sin éxito.

Ya en la segunda parte, apenas al minuto 48. Volvía a surtir efecto el juego áereo. Xavi cobraba nuevamente desde la esquina y Keita saltaba para rematar de cabeza, pero el que finalmente metía el balón en la portería era el defensor Jorge. Gol en propia puerta. Pero el Sporting sacó su pundonor y las ganas de hacer un buen papel ante su afición y, sólo un minuto después, Maldonado descontaba para los locales. Se vivieron entonces los minutos más angustiosos para el equipo azulgrana. Los gijoneses buscaban la remontada y pusieron contra la cuerdas a los visitantes, hasta que Gerard cometió una falta sobre Leo Messi, justo cuando el argentino se escapaba para encarar al portero. Roja y expulsión. Hasta ahí llegaron las ilusiones de los hombres dirigidos por Manolo Preciado.

Empezó nuevamente el monólogo culé. En el minuto 69, Iniesta marcaría el 4-1 con una definición cruzada ante el portero, luego de una asistencia perfecta de Messi. El manchego fue muy efusivo en la celebración del gol con la "Pulga" que ha sido acusado de individualista y poco colaborador con sus compañeros en los últimos partidos por un excesivo control de la pelota. Pero, el rosarino acallaba así a sus detractores y su generosidad tuvo recompensa, pues los dos últimos tantos que cerrarían la goleada fueron obra suya. El primero, una potente volea, gracias a un pase de la figura del partido: Iniesta. El segundo, llegó por medio de una excelente jugada de Bojan, que sutituyó a Eto'o, seguida por Xavi y culminada por Leo que, con un fuerte testarazo- otro más- sacudía las redes contrarias. Con el 1-6 en el marcador, los jugadores del FC Barcelona se retiraban satisfechos de la cancha. Los del Sporting, por su parte, se fueron al vestuario con el consuelo de la gran ovación que el público les daba por el esfuerzo realizado.


martes, 16 de septiembre de 2008

Camino a Roma


"Ceux sont les meilleures équipes,
sie sind die allerbesten Mannschaften,
the main event,
die Meister, die Besten,
les grandes équipes, the champions.
Une grande réunion,
eine große sportliche Veranstaltung,
The main event,
Ils sont les meilleurs, sie sind die Besten, These are the champions,
Die Meister, die Besten, les grandes équipes, the Champions.
Die Meister, die Besten, les grandes équipes, the Champions."


El himno que le pone los pelos de punta a cualquiera, aunque no sea seguidor de fútbol: El himno de la Liga de Campeones de la UEFA.

FC Barcelona contra Sporting Lisboa (3-1)

Máxima expectación en la previa. El primer partido de la anhelada Champions. Aquella que es un honor jugar aunque haya que pasar primero por una vergonzosa "Liguilla". Lo vale. El Barcelona debía ganar o ganar, luego de su dudoso andar en la Liga, y lo hizo. Sin demostrar todo el potencial que atesora en las botas de sus hombres, logró concretar y hacer efectiva su posesión del balón, ante un rival que podía dar un poco más de sí. Los goles de Márquez, Eto'o y Xavi son un bálsamo momentáneo para todos los aficionados culés. Pues todavía faltan detalles por pulir, eso es evidente. Aún falta la contundencia de los equipos campeones, esa actitud que fue la envidia de toda Europa hace apenas dos años. Pero lo importante es que hoy la victoria fue blaugrana y, si hubo nervios luego del gol de los portugues, se vio que el equipo pudo reaccionar y dejar sentenciado el encuentro. Vamos por buen camino. Es pronto, pero tenemos la ventaja de que todos los caminos llevan a Roma. Seguro que el Barça encontrará al menos uno de ellos.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Nueva caída

No sólo los jugadores se concentran antes de un partido. Los forofos, los aficionados, los seguidores o hinchas, como Ud. los quiera llamar, también se disponen desde muy temprano a preparar todo para llegar sin demora a la cita. Se ponen sus camisetas -con el número del jugador favorito- las banderas, los gorros, los silbatos. Una vez con los colores de su equipo, se disponen a ir al punto de encuentro. Así poco a poco se va llenando el estadio. Cada quien busca su localidad, el mejor lugar para ver el espectáculo. Desde allí harán lo posible por animar a esos 11 jugadores que tienen sobre sus hombros, la responsabilidad de darle una alegría a millares de personas. Hombres, mujeres y niños esperan que de sus gargantas salga el grito de gol, el grito de la victoria. Por eso amigos si hay algo importante en el fútbol es sentirse arropados por esa masa de gente que forman juntos la llamada "Número 12". Por eso no hay como jugar en casa , la localía no tiene precio.

FC Barcelona contra Racing de Santander (1-1)

Con lluvia y un minuto de silencio por la muerte del histórico Joan Segarra, así empezaba el duelo entre el Barcelona y el Racing. Sobre una nueva alfombra verde el equipo catalán se estrenaba ante su afición. Los 56.678 espectadores presentes en el Camp Nou fueron testigos de una alineación inédita que tenía a los canteranos Busquets y Pedro y los últimos fichajes Hleb y Keita como principales novedades.
Como es costumbre el equipo local empezó a tomar las riendas del partido, mientras que los visitantes esperaban en su zona del campo. Con un dominio absoluto en la posesión del balón, los de Guardiola merodeaban el área, pero sin dar el puntillazo final. Durante esos primeros minutos los más activos fueron precisamente los novatos. Ellos fueron los protagonistas de las primeras opciones de peligro generadas por los culés, siendo la más clara un cabezazo de Keita en el minuto 21. Sin embargo, a partir de allí el juego de los barcelonistas fue decayendo en intensidad y los santanderinos comenzaron a ganar más terreno, aunque todavía se encontraban muy lejos de la portería de Víctor Valdés.
En el minuto 39, Guardiola tuvo que hacer el primer cambio forzado por la lesión del bielorruso Hleb debido a una dura entrada de Pinillos y puso en el campo a Andrés Iniesta.
Ya en el segundo tiempo, las cosas seguían igual. El Barça atacando y el Racing tratando de evitar el primer gol, cerrando los espacios y con una actuación monumental de su portero Toño. Así que como los azulgrana no lograban profundizar del todo, Pep decidió dar entrada a Messi, quien había comenzado en el banquillo dado el poco tiempo que tenía de haber llegado a la Ciudad Condal. Con su juego se vio más profundidad en el ataque. Pero seguía la falta de acierto en el remate de las jugadas. Tal vez la única manera de conseguir el tanto era a balón parado y así fue. Luego de no pitar una clara falta en el área sobre Iniesta en el minuto 53, el árbitro Ramírez Domínguez sí señaló esta vez la pena máxima por una evidente mano de Christian. El encargado de transformarlo en gol fue Leo. El marcador decía justamente lo que debía.
Pero para desgracia de todos los aficionados blaugranas, el árbitro pitó una dudosa falta de Carles Puyol a escasos metros del área culé. El tiro libre ejecutado por el argentino Ezequiel Garay, contó con la colaboración del diminuto Pereira que, con su toque sútil, desvió un poco la trayectoria del balón, lo que provocó el despite de Valdés. Era el empate.
Luego de esa desafortunada acción, los azulgrana hicieron todo lo posible por conseguir el desempate, pero Toño dio una muestra de que es un gran meta y frustró todas y cada una de esas ocasiones. Ni siquiera la arriesgada sustitución de Bojan por Puyol surtió efecto. De hecho, los de Muñíz casi se llevan la victoria. Al final empate con sabor a derrota para los barcelonistas y con sabor a victoria para los cántabros. Los entendidos concluyen que el equipo juega bien pero que falta gol, pero... ¿Es sólo eso lo que falta?



lunes, 1 de septiembre de 2008

Empieza la Liga y...


Domingo, día de fútbol. En cualquier parte del planeta ruedan y ruedan balones. En estadios pequeños, medianos, grandes, inmensos; las tribunas se llenan de aficionados, fanáticos o simples espectadores. El caso es que hoy es uno de esos domingos y, no cualquiera, pues este es el primer domingo de la temporada 2008-2009 de la Liga. Uno de los torneos más importantes del mundo, comienza hoy. Energías renovadas para todos los equipos. Los poderosos, los del medio, los modestos. Todos salen a ganar. Los grandes, por costumbre; los pequeños, para demostrar que hoy ningún rival es fácil. Estos equipos muy pequeños que siempre sueñan con ganarle a un Goliat. Todos sabemos como terminó esa historia. Hoy no fue la excepción.

Numancia contra FC Barcelona (1-0)

Lleno absoluto en el Estadio Los Pajaritos. Expectación por ver a sus paisanos recién ascendidos a Primera y por ver al todopoderoso FC Barcelona. Los culés salieron con su uniforme amarillo pollito para enfrentar a los humildes "rojillos". En las primeras de cambio, el Barça comenzó a asediar a los numantinos, que tenían enfrente a los Henry, Eto'o, Alves, Messi y compañía. Pero, el equipo local no se desconcentró, mantuvo el tipo y aguantó esos primeros minutos en los que los chicos de Pep Guardiola salían a demostrar quien era el gigante. Sin embargo, al minuto 12 cayó el gol del Numancia, aquel equipo modestísimo que años atrás dejó a todos con la boca abierta con sus hazañas. Sí, ese cuyo nombre recuerda a esa población celtíbera que se caracterizó por su gallardía y coraje al preferir morir que ser esclavos de los romanos. Pues así, como sus antepasados, este equipo resistió y casi mueren, pero no permitieron que el Imperio azulgrana los rindiera. Con el 1-0 , aguantaron atrás y cerraron todos los espacios, lo que hizo rabiar a los catalanes. Contrario a lo que sucedió en la temporada pasada, el Barcelona no desmayó y siguió atacando, pero los de Kresic no se equivocaban y cuando lo hacían, la mala fortuna caía del lado culé. Dos balones al poste, uno de Samuel Eto'o y otro soberbio de Leo Messi fueron dos de esas claras ocasiones, de las miles de ocasiones que tuvieron los barcelonistas. Así pasaron 90 minutos de querer y no poder que recordó a los partidos de la desastrosa temporada pasada. Sin embargo, es muy pronto para encender las alarmas en Can Barça. Esto apenas comienza. Hay un nuevo proyecto gestándose. No era lo que se esperaba, es verdad, pero ya había una vieja historia que decía que el Goliat de azul y grana nunca había salido con los tres puntos de Soria. Una vez más se repitió.