Volvió la emoción de la UCL al Camp Nou. En este partido de vuelta, el FC Barcelona debía hacer valer la localía y lograr el pase a cuartos para poder mantener viva la ilusión del triplete. No sólo se consiguió el objetivo, sino que lo visto en el terreno nos recordó a esas grandes jornadas que hemos vivido con el Barça esta temporada. Los títulos se ganan, no se merecen. Pero si hablamos de merecimientos, este equipo merece ganar todo.
FC Barcelona contra Olympique de Lyon (5-2)
Del cielo a la tierra. Así fue el cambio experimentado por el Barça en el período comprendido entre el partido de ida y el de vuelta contra el OL. Aquella primera parte terrorífica vivida en el estadio de Gerland quedó borrada de la mente de todos los culés, gracias al espectáculo que esta noche se vio en el Camp Nou. Luego del partido ha quedado claro que sólo se experimentó un bache, un bajón lógico por el número de partidos, la presión. Pero este equipo que tiene un talento inconmensurable, ha demostrado que también tiene un orgullo del tamaño del Estadi y a pesar de las críticas desde afuera -y desde dentro también- se levantó y nos mostró la cara más bonita del fútbol: Ganando, goleando y gustando.
En tan sólo dos minutos Thierry Henry se convirtió en el hombre de la noche con dos soberbios golazos de auténtico crack, maduro, pero crack al fin. Superada su etapa de aclimatación al equipo, esta leyenda viviente parece gritarle al mundo con sus goles que en sus botas todavía hay fútbol y que todavía puede decidir el destino de un partido. El tercer gol fue otra obra maestra de "la Pulga". Un eslalon, toque con Eto'o y gol. Su apellido era coreado por las 93.000 personas que asistieron al templo blaugrana. El cuarto tanto venía de la mano, o mejor dicho, del potente zapatazo de Samuel Eto'o. El camerunés se sacaba con este gol la rabia acumulada por no haber mojado en los últimos partidos. El OL recortó la ventaja con un tanto de Makoun; sin embargo, fue una primera mitad impresionante y sensacional del conjunto azulgrana.
En los primeros instantes de la etapa de complemento, Juninho Pernambucano consiguió el segundo gol de los galos y se sintió un poco de incomodidad entre la hinchada culé. Pero este Barça no estaba dispuesto a que le amargaran la velada. Volvió a retomar el control y el Lyon se fue diluyendo poco a poco. La guinda del pastel la puso un recién ingresado Keita. Un gol de clase. Los franceses se llevaron una manita a Lyon y una tercera eliminación consecutiva en octavos de final. Otra vez será. A cuartos!
